lunes, 14 de noviembre de 2011

Como si de repente empezara a sonar la canción que necesitas en este momento, que te toque más que el alma aunque sea solo esta vez, como si empezaras a entender todos los dobles sentidos de tu vida, tus caídas tontas y también la falta de caricias. Y te sale una sonrisa que no puedes evitar, y te das cuenta de que te sonríes a ti misma. Sabes qué sentido tiene seguir manteniendo un blanco o negro constante. Te acabas dando cuenta de que tú, que te creías invencible, también necesitas besos en el cuello como el resto de los mortales, y que a veces estas mas perdida que cuando no te pierdes en nadie.

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